Durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), el país fue escenario de una de las violaciones a los derechos humanos más atroces del siglo XX. Miles de personas fueron secuestradas, torturadas y desaparecidas en un sistema oculto de centros clandestinos de detención repartidos por todo el país.
📍 ¿Qué eran los centros clandestinos de Detención?
Los centros clandestinos de detención eran instalaciones secretas utilizadas por las Fuerzas Armadas y de seguridad para mantener a personas detenidas de forma ilegal, sin juicio ni notificación a sus familias. Muchos de estos lugares eran comisarías, cuarteles militares, fábricas abandonadas o incluso casas particulares.
En estos sitios, los detenidos eran sometidos a interrogatorios bajo tortura, condiciones inhumanas de encierro, violencia sexual, y muchas veces, ejecutados extrajudicialmente.
🔍 ¿Dónde estaban ubicados?
Se estima que hubo más de 600 centros clandestinos en todo el territorio argentino. Algunos de los más conocidos fueron:
ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) en Buenos Aires
El Olimpo
La Perla en Córdoba
Campo de Mayo
Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes en el Gran Buenos Aires
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Hoy, muchos de estos lugares se han transformado en sitios de memoria, donde se honra a las víctimas y se preserva la historia.
🚨 El método del terror
Las víctimas eran secuestradas en operativos nocturnos y trasladadas encapuchadas. No existían registros oficiales, y los detenidos eran despojados de identidad y derechos. En muchos casos, las personas eran “blanqueadas” (reconocidas oficialmente) meses después o simplemente desaparecían sin dejar rastro.
El objetivo era eliminar la disidencia política, social y cultural bajo la excusa de la «lucha contra la subversión».
🤰 Las mujeres embarazadas y los bebés robados
Uno de los crímenes más conmovedores fue el robo sistemático de bebés nacidos en cautiverio. A las mujeres embarazadas se las mantenía con vida hasta dar a luz, y luego se las asesinaba. Sus hijos eran entregados a familias afines al régimen militar. Esta práctica motivó la incansable lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes siguen buscando a sus nietos desaparecidos.
🧾 Memoria, verdad y justicia
Desde el regreso de la democracia en 1983, Argentina ha liderado procesos ejemplares de justicia. Varios represores fueron juzgados y condenados, y continúa el trabajo para identificar a más víctimas y responsables.
Recordar los centros clandestinos no es abrir heridas: es evitar que se repitan.
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