La explicación a Por qué México debe investigar en la Antártida
México debe investigar en la Antártida: La Antártida, conocida como el Polo Sur, es el continente más frío, seco y ventoso del planeta, rodeado por el océano Atlántico y cubierto en un 98 % por hielo con un espesor promedio de 1.9 kilómetros. A pesar de su aparente desolación, esta región ofrece oportunidades invaluables para la investigación científica. México, sin embargo, aún no ha suscrito el Tratado Antártico, un acuerdo internacional firmado en 1959 que declara la Antártida como una reserva natural para la paz y la ciencia.
La importancia estratégica de la Antártida en la investigación climática
El derretimiento acelerado del hielo antártico debido al cambio climático está alterando el equilibrio del ecosistema, afectando la biodiversidad y el acceso al agua dulce en todo el mundo. Expertas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han destacado que las consecuencias de estos deshielos podrían provocar inundaciones e intrusión salina en las costas mexicanas, principalmente en Veracruz y la península de Yucatán, lo que dañaría territorios de Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.
Un llamado a la acción para México
En una mesa redonda titulada “Ártico y Antártida: experiencias en los glaciares”, celebrada durante el Día Mundial del Agua 2025 en la Facultad de Ciencias de la UNAM, Patricia Valdespino Castillo, profesora de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra, enfatizó que México debe sumarse a la investigación en la Antártida. Actualmente, 58 países forman parte del Tratado Antártico, y 11 de ellos son de América Latina, dejando a México como el único país de la región que aún no lo ha firmado.
Oportunidades sin precedentes para la ciencia mexicana
La Antártida es un laboratorio natural donde la ciencia puede avanzar en el estudio del cambio climático, la microbiología, la biotecnología y el desarrollo sustentable. Investigaciones recientes de la UNAM han recolectado muestras de agua del deshielo de los glaciares que contienen bacterias, cianobacterias, algas, hongos y virus. Estos microorganismos, organizados en tapetes microbianos, pueden ofrecer soluciones innovadoras para la biorremediación y la producción de celdas fotovoltaicas a partir de pigmentos bacterianos.
El Tratado Antártico: Un compromiso necesario
El Tratado Antártico entró en vigor en 1961 y regula las actividades humanas en la región para preservar su ecosistema. Siete países han presentado reclamos territoriales en la Antártida: Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y el Reino Unido. Firmar el Tratado brindaría a México acceso a investigaciones conjuntas y permitiría a sus científicos participar activamente en proyectos internacionales clave para la protección del medio ambiente global.
Beneficios de la investigación para México
Valdespino Castillo subrayó que la ciencia antártica puede ayudar a entender, prevenir y mitigar las consecuencias del cambio climático, no solo a nivel global, sino también para México. La investigación en microbiología antártica puede contribuir al desarrollo de cultivos más resistentes al estrés térmico e hídrico, tecnologías de energía renovable y soluciones para la limpieza de suelos contaminados.
Fuente: gaceta.unam
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